la manera de grabar y de preguntar del señor suizo que estaba fuera de campo en los retratos de la semana pasada llevó, entre muchas otras cosas, a estas preguntas.
algo repetitiva
compartida
porque no la hago solo.
de hecho, me engancho más bien a medio camino, como si retomara el trabajo de otra, empezado ayer.
para seguir con este vocabulario, parece que el cineasta está fascinado por lo irreductible en el gesto, su alquimia, intacta
a pesar de que ya no pueda ser cambiado por dinero.
para la proyección, como para todas las que ha habido desde el comienzo del cine-club, ha habido trabajo.
todos esos trabajos se encuentran en el encuadre de alain cavalier. quizás podamos ver qué se escapa de aquel marco, qué se queda dentro, y qué estaba dentro de los del señor suizo de la semana pasada.