- ¿Has cantado? ¡Canta camarada!
- La botella… ¿la has roto?
- ¡Rómpela!
- Pero, ¡ten cuidado!… ¡No se te ocurra fingir! Rompe la botella de corazón.
- No grites como un loco.
- No lo hagas tampoco con pocas ganas.
- Hazlo igual que en la realidad o estropearemos la película.
Apenas empieza la película, tenemos a un policía, Dumitrescu, convertido en director de actores y a unos acusados, Ripu y Vuica, obligados a interpretar, a recrear ante una cámara el crimen por el cual se les amenaza con tres años de prisión, a reconstruir la pelea que, tras una borrachera, les lleva a agredir al dueño del bar y a destrozar la caseta de baños en un área recreativa.
En varias de las películas vistas en el cine-club como Ice o La pirámide humana, se presenta el cine y la ficción como experimento, como forma de conocimiento que permite imaginar y aprender a través del hacer. Se hace como que, se finge ante una cámara, y la película dentro de la película nos permite ver también lo que no se graba, y ambas cosas se vuelven así otras: ante la cámara Ripu y el dueño del bar recrean la pelea, tras la cámara el agarrón violento es un abrazo de reconciliación.
“(…) también había prohibiciones más sutiles, más perversas: “Su espectáculo es magnífico, he llegado a llorar”, y me enseñaba sus ojos llenos de lágrimas; “de todas formas, tengo que poner en conocimiento del Partido, cuanto antes, que este espectáculo no está anclado en la realidad, que es atemporal y, por tanto, perjudicial”, me dijo en los años sesenta un importante hombre del aparato, miembro del buró político (…)”
“Iba a decir que es mi tema obsesivo (la muerte, los cadáveres) (…); obsesión exorcizada, seguramente, por los medios de lo irrisorio y de lo grotesco –si mal no recuerdo, nosotros, los rumanos, somos el único pueblo del mundo que tiene un “cementerio alegre”, el famoso cementerio de Sapînta-. ¿Lo conoce? Es un cementerio con muchos colores, loco, provocador, con imágenes grotescas y blasfemas, con epitafios concebidos a modo de crónica rimada en tono humorístico de la vida de los difuntos, un cementerio iconoclasta, de carnaval.”
Petite planète cinématographique, 50 réalisateurs, 40 ans de cinéma, 30 pays (Michel Ciment, AKAL, 2007) pp. 139-149 « A propósito de El Roble. Junio de 1992, Bucarest »
http://books.google.es/books?id=dSKmhjOMUj4C&pg=PA136&lpg=PA136&dq=ceaucescu+habla+sobre+reconstituirea&source=bl&ots=A4euVP5art&sig=z60docbS4OuBB-IQarAyNkh-u9E&hl=es&sa=X&ei=9eLbUuj2LaiL7AbPgYGwBA&ved=0CFAQ6AEwAw#v=onepage&q=ceaucescu%20habla%20sobre%20reconstituirea&f=false
Para un muy sintético recorrido por la historia del cine rumano, se puede leer esto:
Atlas du cinéma (André Z. Labarrère + Olivier Labarrère, Akal, 2009) pp. 299-301 « Cine Rumano »
http://books.google.es/books?id=ThcBFxqXKTEC&pg=PA300&lpg=PA300&dq=ceaucescu+habla+sobre+reconstituirea&source=bl&ots=fRRYGaLDVd&sig=lrfmEfll3VCx3cUEYgkneFDHGec&hl=es&sa=X&ei=9eLbUuj2LaiL7AbPgYGwBA&ved=0CFMQ6AEwBA#v=onepage&q=ceaucescu%20habla%20sobre%20reconstituirea&f=false