El protagonista de Kinatay en 24 horas, se va a encontrar en una realidad que desde la cotidianeidad, le introduce en una sensación de alerta que le está asustando y conmocionando a pesar de su seguridad y sorpresa, y terminará con el amanecer de un día nuevo encontrándose con una cotidianeidad ya cambiada.
Peping es un muchacho de 20 años con un hijo y con su novia de 19 años a punto de casarse ambos. Estudiante en una escuela de criminología. Los componentes sociales de las calles de Manila así como la necesidad de ganar un dinero extra que le permita seguir con los negocios que Peping lleva por su propia cuenta , hace que con su amigo Abiong, pase una de las noches mas inolvidables de su vida.
Pues mientras en los principios de la película Kinatay nos muestra el día a día de Peping, lo que vendrá a continuación en una noche, transformará las mismas calles de la ciudad ya con la luz artificial, en un viaje que se antoja sin retorno a los confines de la ciudad, en una atmósfera opresiva, cruenta, crónica de un acontecimiento criminal cuyas consecuencias resultan mucho más perturbadoras de lo habitual.
Se genera un potente relato, un thiller, en una situación tan terrorífica como la realidad resulta, un horror más cotidiano cuando de la realidad se ha conseguido hacer un hábito que muchas veces ya no se transforma con facilidad.
Kinatay no sólo refuerza una sensación de terror puro, truculento, psicológico dentro de la tesitura en que se encuentra Peping, sino también el valor de desenmascarar allí donde corruptelas y crímenes encarnan un paisaje desolador y que Brillante Mendoza culminar con una imagen tan cotidiana, que resulta todavía más estremecedora.
La inocencia, la sorpresa, el aprendizaje en el que nos adentra un nuevo acontecer , la corrupción, la vida miserable, la crítica social directa y la ternura que también existe, forman una película que obliga al cambio callado y persistente, sabiendo que no puede dar marcha atrás, de que no puede dejarse así, y que es necesario deshabituarlo de la cotidianeidad y luchar por ello.