¿Cómo hacer para borrar la última película que vimos en el cineclub? Más bien borrar el orden en el que vimos las últimas dos películas, que parecía decirnos que ya nada de lo que pasó la semana pasada es posible, que el presente es esto y el pasado era aquello, y que ahora somos más listos porque vemos más problemas. ¿Proponiendo otra que nos devuelva a la anterior, a la esperanza y potencia que nos infundía la Gran Ciudad? Quizá recordando, como lo hicimos, que las películas no nos muestran la Realidad, ni siquiera un cacho, ni son el "reflejo de una sociedad", de un espíritu del momento, que no nos vale contestar a la Gran Ciudad con Una Separación como si pudieran entrar en diálogo, como si la última fuera más lista que la primera por no terminar bien y por mostrarnos, tal y como es, un supuesto nihilismo de nuestros días. Y nosotras como espectadoras sólo pudiéramos verlo ocurrir ante nuestros ojos. No. Quizá la inteligencia no resida en identificar problemas, sino en convertirlos en otra cosa antes de que surjan, cuando surjen, pervirtiendo su condición de posibilidad. No aceptando la lógica de la Realidad.
Pensemos en un método para que no nos coma la tristezaimpotencia.
Quizá nos retrotraigamos a la primera película que vimos en este cine-club, Europa 51, aquella en la que una mujer no "respondía bien" al mundo.
O podemos acordarnos de un pequeño diálogo que tienen el matrimonio de la Gran Ciudad en el que "ella es más lista", aquel que yo traduzco como:
- ¿Qué eres, un hombre o una mujer?
- Soy éste lunar que amas.
Y podemos intentar tomarlo como un método.
je tu il elle no nos muestra la alegría, ni la fe en el progreso, ni la buena naturaleza del ser humano, ni la mala, ni la sociedad, ni los hombres, ni las mujeres. De tener lo concreto tan cerca, parece que no nos muestra nada, excepto la potencia de una mirada que actualiza todo lo que toca a la altura de su magnificencia. Una mirada y una escucha que es mucho más activa, que hace mucho más que el camionero que le está hablando. Dos posiciones, de sujeto/objeto, de habla/escucha, de mostrar/ser espectadora que se encuentran y se transforman en igualdad, sin que uno imponga la lógica de la Realidad, sin la condescendencia pasiva de la otra, con amor. Con un amor concreto que creo que casi no responde a las exigencias de la representación.
Para desentrañar este entuerto que acabo de escribir y para entrenarnos en un método de espectadoras
el martes 13 (uuh) a las 20:00h en el cineclub de la Morada.