Esto que escribe Virginia Woolf en sus Diarios yo lo he visto en una película llamada precisamente Mi infancia. My Childhood (1972) y My Ain Folk (1973) son las dos películas de tres que proyectaremos mañana a las ocho de la tarde en el cine-club de La Morada. Dos de tres porque forman parte de la maravillosa "trilogía autobiográfica" de Bill Douglas (la tercera, My Way Home, se rodó en 1978: Douglas esperó a que Stephen Archibald, el niño protagonista, su semejante, su hermano, creciera).
Fin de la Segunda Guerra Mundial, suburbios de Edimburgo, el pequeño Jamie y su más o menos familia. ¿Cómo las imágenes de esta infancia singular acaban por evocar cualquier infancia, la infancia? Porque Bill Douglas pone en escena su propio pasado como si supiese lo mismo que el niño que era. Y este "como si" es la ficción, el tiempo recobrado a través de una memoria sensible, instantánea, fotográfica, finalmente cinematográfica.