El martes pasado propuse ver 'The Innocents' (Jack Clayton, 1961). La propuse a partir de 'El viaje de Chihiro' argumentando que en ella aparecían fantasmas entendidos desde otro lugar. Pasamos de Japón a principios del siglo XXI (junto a ese otro tiempo al otro lado del túnel) a una Inglaterra ultravictoriana de mediados del siglo XIX (mirada desde los años sesenta). Alguien comentó que según creencias japonesas los fantasmas proliferan en lugares con humedad y por ello son propios de las islas. No estoy segura de que sean fantasmas los seres desbordantes del mundo al que viaja Chihiro -yōkai en terminología japonesa- ni tampoco los espectros apenas visibles al fondo de los planos de 'The Innocents’...
Sucedió que volviendo a ver la película para escribir sobre ella, me di cuenta de que tenía un recuerdo muy borroso, fusionado con otra película y no sabía exactamente cuál. En ese momento pensé en que querría preguntaros qué os parecería que propusiera otra película porque uno de los principios que nos damos al seleccionarlas cada martes es que deben suscitar cierto apasionamiento en quien las propone. Tras mi desmemoria, hubiera preferido no haberla propuesto, por lo diferente a mi visión retrospectiva, pero al final, quise respetar el proceso habitual. Creo que veremos una película con una aproximación a lo fantástico desde el cine ¿occidental? que quizás nos permita reconocer dos mundos separados y a la vez superpuestos. Veremos también la relación entre unos adultos y unos niños. En un momento alguien dice: “But above anything else, Iove the children”. Y en otro momento un niño recita:
What shall I sing to my lord from my window? What shall I sing for my lord will not stay? What shall I sing for my lord will not listen? Where shall I go when my lord is away? Whom shall I love when the moon is arisen? Gone is my lord and the grave is his prison. What shall I say when my lord comes a calling? What shall I say when he knocks on my door? What shall I say when his feet enter softly? Leaving the marks of his grave on my floor. Enter my lord. Come from your prison. Come from your grave, for the moon is a risen. Welcome, my lord.